SEMBRANDO VIDA Y ESPERANZA EN NUESTRA COMUNIDAD

Nuestro estimado amigo Víctor Sánchez y nuestro apreciado Prof. Luis Echaíz Paytan junto a los estudiantes sembrando árboles.

El 9 de Noviembre de este año, en compañía del equipo de estudiantes del BEA (Brigada Escolar Ambiental) y nuestro apreciado amigo Víctor Sánchez, visitamos el Parque Cívico La Madre Campesina de nuestra comunidad Miraflores Alto como parte de nuestro plan de actividades de este año 2014.

Nuestros estudiantes en la jornada de limpieza del parque cívico.

Las actividades que desarrollamos ahí fueron desde la limpieza del parque, un gesto simbólico,  hasta el sembrado y regado de seis árboles (molle chileno) cuyos padrinos son dos estudiantes de quinto año que viven en la zona. Estos estudiantes se encargarán de su cuidado y regado hasta la segunda semana de Diciembre para dar la posta de mencionada responsabilidad a estudiantes de cuarto año que serán designados con anterioridad. El monitoreo de esta actividad está bajo la responsabilidad, por ahora, del Prof. Luis Echaiz Paytan y el Prof. Abel Esteban Ortega Luna, quienes ya iniciaron dicho trabajo haciendo visitas temporales al parque cívico.

El estudiante Steeck Luján apadrinando uno de sus arbolitos.

Víctor, Luchito y Abel en plena jornada.

La Comisión de Educación en Eco Eficiencia, de nuestra institución educativa, coordinó con el Secretario General de Miraflores Alto, el vecino Santos Morales Montoya, para llevar a cabo estas actividades en el parque cívico de nuestra comunidad. 

Se pretende dar sostenibilidad al sembrado de árboles con la ayuda de los dirigentes, vecinos y nuestros estudiantes que se organizarán por fechas anuales para darle el cuidado y regado correspondientes a estos arbolitos que hemos sembrado; y si es necesario sembrar más adelante otros árboles en otros lugares emblemáticos de la comunidad, esto por supuesto previas coordinaciones con los dirigentes.

La Brigada Escolar Ambiental (BEA) con nuestro amigo Víctor y los profesores Luchito Echaiz y Abel Ortega.

Debemos tener siempre en cuenta que uno de los aspectos negativos que agobia a nuestra comunidad es la fuerte contaminación y la falta de una cultura ecológica de la población; razón por la cual nuestro pequeño aporte cobra sentido y vislumbra además una tarea titánica que ya iniciamos. Somos concientes que no es suficiente realizar campañas de limpieza y sembrar arbolitos, sino quizás la lucha más dura es lograr sembrar una cultura ecológica en la población. A estas alturas, estamos convencidos y obligados hacerlo si queremos contribuir a salvar nuestro planeta desde el lugar donde nos desarrollamos.